La maleta mexicana, el tesoro fotográfico de Capa
Desaparecida desde 1939, la maleta mexicana fue descubierta en la Ciudad de México en 2007.
Se trata de tres pequeñas cajas que contienen cerca de 4,500 negativos del fotoperiodista Robert Capa, y de sus compañeros Chim (David Seymour) y Gerda Taro.
Incluyen también, rollos de película tomados por Fred Stein en los que destacan varios retratos de Taro que, inexplicablemente, quedaron unidos a las imágenes de la contienda.
Tiene un valor histórico porque es una muestra única de la evolución del fotoperiodismo bélico. Los negativos de algunas de las fotografías más conocidas de Robert Capa, entre ellas, la de la mujer amamantando durante un mitin.
Algunas de las fotografías de Capa, Taro y Seymour se publicaron en medios y revistas de todo el mundo, convirtiéndose en iconos de la lucha de los republicanos contra las tropas franquistas. Pero a la mayoría se les perdió la pista.
Llegaron a México en el equipaje de vuelta del embajador de México en Francia entre 1941 y 1942, el general Francisco Aguilar González.
Fueron sus herederos quienes entregaron a Benjamin Tarver, un mexicano al que le gustaba la fotografía, las tres cajas cargadas de negativos. Él las guardó en un armario, dentro de una bolsa de plástico.
Mientras los negativos que se creían perdidos desde 1939, Cornell Capa, hermano de Robert y fundador del International Center of Photography de Nueva York (ICP), llevaba años buscando la maleta con los negativos.
La historia de la larga recuperación de las imágenes de la Guerra Civil dio la vuelta al mundo.
Incluyen también, rollos de película tomados por Fred Stein en los que destacan varios retratos de Taro que, inexplicablemente, quedaron unidos a las imágenes de la contienda.
Tiene un valor histórico porque es una muestra única de la evolución del fotoperiodismo bélico. Los negativos de algunas de las fotografías más conocidas de Robert Capa, entre ellas, la de la mujer amamantando durante un mitin.
Algunas de las fotografías de Capa, Taro y Seymour se publicaron en medios y revistas de todo el mundo, convirtiéndose en iconos de la lucha de los republicanos contra las tropas franquistas. Pero a la mayoría se les perdió la pista.
Llegaron a México en el equipaje de vuelta del embajador de México en Francia entre 1941 y 1942, el general Francisco Aguilar González.
Fueron sus herederos quienes entregaron a Benjamin Tarver, un mexicano al que le gustaba la fotografía, las tres cajas cargadas de negativos. Él las guardó en un armario, dentro de una bolsa de plástico.
Mientras los negativos que se creían perdidos desde 1939, Cornell Capa, hermano de Robert y fundador del International Center of Photography de Nueva York (ICP), llevaba años buscando la maleta con los negativos.
La historia de la larga recuperación de las imágenes de la Guerra Civil dio la vuelta al mundo.
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