El tren fantasma, el cine mudo mexicano
El filme “El tren fantasma” de 1926, es una muestra del cine mudo mexicano.
Narra una historia de rivalidad amorosa y fechorías cometidas por unos asaltantes de trenes, quienes asechan la región.
El joven ingeniero Mariel se tiene que enfrentar a una peligrosa banda de asaltantes de trenes, quienes secuestran a Elena, la bella hija del despachador de la estación de Orizaba.
Para la realización de esta película, su director, Gabriel García Moreno, obtuvo una concesión por parte de Ferrocarriles Nacionales para filmar en el recién inaugurado tren eléctrico que iba de Esperanza, Puebla, por Cumbres de Maltrata, hasta Orizaba, Veracruz.
Durante la proyección, el público apreció los hermosos paisajes del recorrido del ferrocarril “El Mexicano” por aquella región, así como emblemáticos lugares tales como la Plaza de toros de Orizaba.
En 1925, Gabriel García Moreno obtuvo, gracias a una liquidación, una cámara cinematográfica con la que filmó “El buitre”, su primera obra, luego trabajó como proyeccionista y camarógrafo en Tacubaya, Ciudad de México, su población natal.
Fungió como banquero lo que le permitió viajar y relacionarse con varios empresarios, a quienes convenció para invertir en una productora cinematográfica. Así fundó en Orizaba, Veracruz, el Centro Cultural Cinematográfico.
El joven ingeniero Mariel se tiene que enfrentar a una peligrosa banda de asaltantes de trenes, quienes secuestran a Elena, la bella hija del despachador de la estación de Orizaba.
Para la realización de esta película, su director, Gabriel García Moreno, obtuvo una concesión por parte de Ferrocarriles Nacionales para filmar en el recién inaugurado tren eléctrico que iba de Esperanza, Puebla, por Cumbres de Maltrata, hasta Orizaba, Veracruz.
Durante la proyección, el público apreció los hermosos paisajes del recorrido del ferrocarril “El Mexicano” por aquella región, así como emblemáticos lugares tales como la Plaza de toros de Orizaba.
En 1925, Gabriel García Moreno obtuvo, gracias a una liquidación, una cámara cinematográfica con la que filmó “El buitre”, su primera obra, luego trabajó como proyeccionista y camarógrafo en Tacubaya, Ciudad de México, su población natal.
Fungió como banquero lo que le permitió viajar y relacionarse con varios empresarios, a quienes convenció para invertir en una productora cinematográfica. Así fundó en Orizaba, Veracruz, el Centro Cultural Cinematográfico.
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