Música cubana: entre ritmos y melodías

Las clases de música en las escuelas públicas de Cuba son tan importantes como las de matemáticas, ciencias o español.



La música cubana es la expresión de ritmos y melodías originales de la isla de Cuba, ya sean éstos autóctonos o introducidos por los colonizadores españoles y los africanos que arribaron desde el siglo XVI. También puede señalarse cierta influencia asiática. La presencia de este último componente étnico puede notarse en el uso de la corneta china en la conga de los carnavales, un hecho que comenzó con la llegada de los primeros inmigrantes chinos a la isla. A partir de 1848 llegaron numerosos culíes chinos a Cuba y para 1874, año en que concluyó la contratación de trabajadores agrícolas de China, había en Cuba 132, 435 culíes.

Cualquier clasificación que se pretenda hacer de la música cubana dependerá más bien del grado de mezcla entre las influencias europeas y africanas que se descubran en ella, pues en realidad ésta es el rico y complejo resultado creativo de estas dos fuentes, al que se ha adicionado históricamente la influencia de las más diversas culturas y tendencias musicales.

La música de Cuba, incluyendo los instrumentos y las danzas, es en su mayor parte de origen europeo (español) y africano. La mayoría de las formas actuales son fusiones y mezclas de estas dos fuentes. Casi nada queda de las tradiciones indígenas originales.

Entre los compositores de fama mundial del género académico puede ser contado el compositor barroco Esteban Salas y Castro (1725-1803), quién pasó la mayor parte de su vida enseñando y componiendo música para la iglesia. Él fue sustituido en la Catedral de Santiago de Cuba por el sacerdote Juan París (1759-1845). París era un hombre excepcionalmente laborioso, y un compositor importante. Él se dedicó a estimular la realización de diversos y continuos eventos musicales.

Después de la Revolución Cubana de 1959, Isaac Nicola y otras profesoras como Marta Cuervo, Clara (Cuqui) Nicola, Marianela Bonet y Leopoldina Núñez pasaron a formar parte del sistema nacional de escuelas de música, donde un método unificado de enseñanza de la guitarra fue implementado. Este constituyó un núcleo para la posterior creación de una Escuela Cubana de Guitarra, a cuyo desarrollo contribuyó una nueva generación de guitarristas y compositores.

Quizás el más importante aporte a la técnica y el repertorio de la moderna Escuela Cubana de Guitarra haya sido el de Leo Brouwer (n. 1939), el nieto de Ernestina Lecuona, la hermana de Ernesto Lecuona. Brouwer comenzó sus estudios con su padre, y después de cierto tiempo continuó con Isaac Nicola. El realizó estudios autodidactas de armonía, contrapunto, formas musicales e instrumentación, antes de culminar sus estudios en la Juilliard School y en la Universidad de Hartfod.

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