MÁS ALLÁ DEL PENTAGRAMA: TRANSMEDIA Y MÚSICA.
Ejemplo:
Hace un año publiqué mi libro
Narrativas Transmedia -exactamente el 15 de enero de 2013, justo diez años
después de la creación del concepto de “transmedia storytelling” por parte de
Henry Jenkins (2003)- y la movida transmedia parece no tener fin. El concepto
saltó del circuito académico al profesional…. y aquí estamos: periodismo
transmedia, documental transmedia, branding transmedia, educación transmedia, y
un largo etcétera. Como hemos visto a lo largo de muchos posts de este blog y
en mi libro cualquier texto puede potencialmente expandirse a otros medios. Una
narrativa transmedia puede nacer en un libro (Harry Potter), una atracción
(Piratas del Caribe), un largometraje (Star Wars), un cómic (The Walking Dead),
una serie de TV (Lost), un videojuego (Resident Evil) o … una obra musical. Así
es: hoy hablaremos de transmedia y música.
Arqueología de la música
transmedia
Si hablamos de los posibles
cruces entre música y transmedia inmediatamente se nos aparecerá el concepto de
origen alemán Gesamtkunstwerk, el cual puede ser traducido como “obra de arte
total”. Atribuido a Richard Wagner este término se refiere a obras artísticas
que integran música, teatro y artes visuales. Esta voluntad multimedia de la
música no es nueva ya que estuvo siempre presente desde la ópera hasta las
obras conceptuales del rock de los años 1960-1970 (un ciclo que se cierra con
The Wall de Pink Floyd).
En la década del 1990 asistimos a
un movimiento de convergencia de los lenguajes y medios. A principios de esa
década, cuando la web recién comenzaba a pronunciar sus primeras palabras, los
CD Roms interactivos eran el gran new media, el soporte que permitía combinar
vídeos, músicas, fotos y textos en un entorno hipertextual. En ese contexto los
dos productos interactivos inspirados por Peter Gabriel marcaron un antes y un
después. La calidad gráfica, la sutileza de la navegación y el valor de sus
contenidos -Gabriel se rodeó de los mejores artistas en cada campo, desde
informáticos hasta fotógrafos o escultores- convierten a Xplora1 (1993) y Eve
(1996) en dos incunables de la era digital.
Este espíritu convergente (de
medios y lenguajes) revive de la mano de las apps creadas por Björk a partir de
su álbum Biophilia. Sin embargo hoy hablaré de un fenómeno diferente: cuando
digo “música transmedia” no me refiero tanto a un movimiento convergente –como
en la ópera o un Cd Rom- sino a un relato de matriz musical que tiende a
distribuirse en diferentes medios y plataformas. Si bien muchas veces
encontramos a ambas estrategias (convergente/multimedia y
divergente/transmedia) operando de forma simultánea, a nivel analítico debemos
diferenciarlas para comprender mejor estas dinámicas culturales.
En el ámbito musical ya existen
iniciativas transmedia de gran calado como el lanzamiento del disco Year Zero
por parte del grupo Nine Inch Nails en el 2007. En esa ocasión la banda de rock
industrial organizó un juego de realidad alternativa (Alternate Reality Game –
ARG) a escala internacional que incluía diferentes componentes textuales
distribuidos durante la gira: la información para avanzar en el juego –basado
en una apocalíptica historia fantástica- se difundía a través de webs,
camisetas, memorias USB, vídeos en la web, litografías, folletos publicitarios,
etc. En su momento incluso se habló de hacer una serie de televisión a partir
del disco.
En el 2012 el grupo The Bullitts
también experimentó con un relato musical multiplataforma utilizando Twitter,
YouTube, la web y la novela gráfica. Según Tom Cheshire el líder del grupo
Jeymes Samuel ve “a todos los medios, ya sea la música grabada, el vídeo o
Facebook, como lienzos para contar narraciones más amplias (…) Deseo que los
cineastas y los músicos abracen mucho más los dispositivos tecnológicos.
Imaginen si Los Beatles todavía existieran y la narrativa de un nuevo álbum
comenzara en un feed de Twitter…”.
Otro proyecto muy interesante es
Just a Reflektor, una experiencia audiovisual interactiva creada a partir del
último disco de Arcade Fire: Reflektor. El corto explora la canción Reflektor a
través de dos dispositivos en forma simultánea: la computadora y el smartphone
o tablet. La historia, filmada en Haití por el director Vincent Morisset con la
ayuda de Ciné Institute, sigue a una joven que viaja entre su mundo y el
nuestro. Para experimentar la película se debe entrar en justareflektor.com
(Google Chrome) o en g.co/af (Android o iOS). La computadora se conectará al
teléfono o tablet y reflejará las acciones del usuario en la película mediante
la visión de la cámara.
No hay mucha investigación sobre
música y transmedia. Hace un par de semana Dries Heerkens, un estudiante del
Master Media Innovation de la Breda University of Applied Sciences (Holanda),
me envió un trabajo donde analiza la experiencia de The Gorillaz. En esa investigación -titulada
Transmedia in which music is the biggest component- Dries concluye que
‘The
Gorillaz’ have shown that it is perfectly possible to create a transmedia story
world around a music band or artist. The Gorillaz started with creating a
fictive world with fictive characters around their music. Besides, they set
standard elements in the diegesis and finally they used multiple media to let
the transmedia consumers discover the world and attract different consumers by
using different media and attract implicit consumers by their music which is
based on different styles and influences.
Nier.(Character).full.241207
Pau Damià Riera Muñoz, por su
parte, ha analizado el videojuego Nier, una experiencia lúdica que se acerca
mucho al sueño de Wagner. Este proyecto, si bien no nace de una obra musical,
tiene un espíritu transmedia que se expresa en dos videojuegos (Nier Gestalt y
Nier Replicant), una precuela en forma de cómic (tres volúmenes), el libro
Grimoire Nier y un drama CD en el que se detallaban, mediante diversos relatos
en forma hablada, aspectos de la historia que no habían sido explicados en
ningún otro medio. La música juega un rol esencial en este proyecto. Según
Riera Muñoz
El uso de motivos musicales para
reconocer a personajes y situaciones del juego es otra característica que nos
hace recordar la esencia wagneriana, aunque aquí la complejidad del tejido
musical no llega a los extremos de las óperas del compositor alemán. Pese a
todo, reconoceremos en la música motivos melódicos recurrentes, asociados a
elementos relevantes del juego. La instrumentación y el carácter de cada pieza
vendrán definidos en cada caso por la acción dramática a la que acompañen, algo
notorio especialmente en las secuencias cinemáticas. Es interesante resaltar
cómo la composición musical en Nier afectó, según declaraciones del propio
director del proyecto, a ciertos aspectos del desarrollo del juego, acentuando
aún más, si cabe, el tono trágico del mismo.
Pero, como sabemos, las
narrativas transmedia comienzan en el canon pero terminan en el fandom… ¿Qué
está pasando con la creación de contenidos a cargo de los usuarios? El proyecto
Prácticas Creativas y Nuevos Medios que llevan adelante mis colegas de la UOC
Gemma San Cornelio, Toni Roig y Elisenda Ardévol junto a otros investigadores
se dedica precisamente a explorar ese territorio. Entre otras cosas están
investigando la co-creación en línea de vídeos
Comentarios
Publicar un comentario